21 septiembre 2008

Terremoto México 85 - Cultura

Mencionar el año de 1985 es mencionar un año que marcó la historia de México en su totalidad, evocar el mes de septiembre de ese año no sólo es recordar las fiestas patrias, si no también remover los escombros, rescatar de entre el dolor, el sufrimiento y las lagrimas, los recuerdos de lo que pasaría el día 19 de ese mes y ese año…

Foto de la derecha: Monumento a los caídos el 19 de septiembre de 1985. autor: JEDIKNIGHT1970 para Wikipedia

Eran las siete con diez y nueve minutos de la mañana del 19 de septiembre del 1985, cuando en la ciudad de México se suscitó un terremoto de 8.1 grados en la escala de Richter por poco más de dos minutos. El sismo fue en palabras de Jacobo Zabludovsky ”Muy Prolongado, como que nos andaba meciendo en una cunita”


Aquel movimiento de cuna destruyó aproximadamente 30 mil edificios y dejó 68 mil con daños parciales, debajo de esos edificios murieron entre 35 mil a 40 mil personas, cuyos cadáveres se acomodaron en el estadio de béisbol del Seguro Social, que en lugar de escuchar el grito de Play Ball, escuchó el llanto de los familiares que iban a reconocer los cuerpos.



Aquel estadio que en sus días de gloria nunca imagino cambiar la alegría del juego por la muerte, se vio obligado como toda la sociedad a prestar su ayuda para salir de la tragedia.
Es difícil imaginar para quien no vivió ese momento desgarrador, el dolor de ver tu casa, tu lugar de trabajo vueltos un montón de piedras, y tus compañeros o tu mismo debajo de ellas, buscar con desesperación a un familiar, ver la calle donde transitaba tanta gente ahora ocupa por los escombros, es difícil imaginar un día ver nada donde antes estaba todo. Aunque para quienes no estuvimos en ese momento se nos complique entender la totalidad de la tragedia basta con escuchar un testimonio y estremecernos viendo la tristeza que se forma como lagrimas en los ojos o escuchar el dolor que entre corta la voz.
Las imágenes que podemos ver ahora quienes no vivimos eso son espeluznantes, edificios caídos como rebanadas de pan, personas atrapadas sin vida entre lo que nos dicen era una escuela o un hospital o unos departamentos. Pero en esas imágenes tristes, hay algo que llama la atención, hay algo que sobre sale de la tragedia y siempre emociona y enorgullece a los que fuimos ajenos al momento.


Después del terremoto de 8.1 grados y su réplica un día después de 7, surgió otro terremoto, pero este nuevo terremoto no surgió de las entrañas de la tierra, surgió desde el corazón de la población, que ahora se veía sola, abandonada por sus gobernantes, sólo se tenían a ellos y al prójimo. Surgió la solidaridad vuelta hombres, que olvidaron todo credo, posición social, ideología y con las palas y los picos o las manos desnudas, día y noche con relevos. Comenzaron a remover piedras, rescatar personas. Como una sola maquina formada por muchos, todos trabajando por un mismo fin, todos como una sociedad civil.
En medio de tanta tragedia había surgido algo bueno, el terremoto había traído consigo no sólo tristeza, sino también la conciencia de ayudar, de trabajar juntos como un mismo cuerpo, con un mismo sentir, con una misma meta…
Y ahora 23 años después de ver derrumbada la ciudad y ver el origen de la sociedad civil qué nos queda sino sólo los fantasmas de una sociedad que está dividida, sin una misma meta, sin un mismo sentir.
En cuanto al terremoto, seriamos capaces ahora de saber cómo afrontar una situación como la del 85
No lo creo, la cultura de protección civil que consiste en la auto sobrevivencia a un desastre, es tomada a juego. El total de la población no está concientizada en prepararse para afrontar un sismo.
Año con año el 19 de septiembre se realizan simulacros por toda la ciudad, pero en realidad quién los toma enserio. En las escuelas es momento para perder unos momentos de clase, en el trabajo para descansar un rato. Sí bien hay voluntad y empeño en hacer estas actividades, hace falta la creación de brigada realmente preparadas, no improvisadas sólo para el simulacro. Hace falta una educación desde el kínder, para lograr generar conciencia de lo importante que saber cómo actuar en caso de sismos
Sí algo se puede sacar de la tragedia del terremoto del 85, es saber cómo prevenir, si bien no se puede prevenir un terremoto, se puede saber que hacer antes, durante y después de tal situación
Sí algo se debe reconocer del terremoto del 85 y nunca olvidarlo es el heroísmo de los voluntarios, que de su propia bolsa compraron palas, picos para remover los escombros, el valor de sus corazones para no dejar de buscar hasta por debajo de la última piedra, la solidaridad de la sociedad mexicana que atendió la necesidad de su prójimo, son cosas que Pablo Neruda nunca vio pero son justo estos actos humanos los que sin duda demuestran por que el poeta escribió: “No hay en América, ni tal vez en el planeta, país de mayor profundidad humana que México y sus hombres”

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