30 abril 2024

En el futuro todos los sistemas de transporte van a colapsar

 Después de implementar el primer dispositivo de realidad virtual y realidad aumentada utilizando la conexión neuronal y mostrando un mundo directamente creado en el cerebro, en el futuro no se utilizarán los medios de transporte para ir a trabajar o estudiar, puesto que es más barato tener al individuo sentado en la sala de su casa y plasmar en el cerebro todo un mundo virtual, donde tendrán toda la experiencia del trabajo en oficinas virtuales y conocimiento con asistentes de inteligencia virtual. 

Los niños aprenderán más y mejor en sistemas de aprendizaje dirigidos con maestros personales, pero al igual tendrán juegos en grupos que serán más parecidos a un viaje de excursión y sin salir de casa.

Esto se lograra utilizando nuevas generaciones de chips insertados directamente en el cerebro.

Los medios de transporte dejarán de usarse para transportar gente a sus trabajo y escuelas o incluso para viajar, pues todas las experiencias las tendrán dentro de casa.

Las limitaciones de transporte se arreglaran para que todos vivan en un área donde tienen todos los servicios a no más de 30 a 1 hr de distancia. Pero la introducción de la inteligencia artificial llegará a los autos y medios de transporte masivo llevando una agenda meticulosa donde la población necesitará un permiso para salir de su sector e ir a una provincia o estado, e incluso a un país. 

Es clave los puntos sociales en este aspecto porque no todos podrán tener acceso a los medios de transporte por conducta inadecuada o porque es tanta la sobre población que solo unos cuantos tendrán el privilegio de usarlas.

En el Futuro se podría teletransportar también el pensamiento y usar un robot como cuerpo para estar en otros planetas o incluso otros países.

Los autos seguirán siendo el medio de transporte elegido por los ricos, conducidos por robots o IA, pero los medios de transporte masivo como el metro, los autobuses y los trenes de personas verán mermada su afluencia, de la noche a la mañana, adaptándose a unos pocos pasajeros y encareciendo por falta de demanda los precios. 

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